Con la participación de las principales autoridades del distrito, invitados especiales, fuerzas armadas, Policía Nacional, delegaciones de escolares y población en general, se realizó la ceremonia de conmemoración de los 184 años de la “Batalla de Socabaya”, hecho histórico acontecido en nuestra jurisdicción y que se desarrolló en la Plaza de la Integración Latinoamericana de la urbanización La Campiña.

El acto protocolar se dio inició con el saludo correspondiente a las autoridades presentes, posteriormente se realizó el izamiento del Pabellón Nacional, bandera de Arequipa y de Socabaya, con la entonación de los himnos respectivamente, acompañados de la banda de música de la Institución Educativa San Martín de Socabaya.

Luego de la colocación de la ofrenda floral por parte del concejo municipal de Socabaya, se dio lectura a la reseña que marcaron los hechos de nuestra historia a través de la “Batalla de Socabaya” y que estuvo a cargo de un oficial de Ejército Peruano.

Mientras tanto en su discurso, el alcalde distrital, Ing. Wuilber Mendoza Aparicio, refirió que, “la Batalla de Socabaya tuvo como escenario está geografía natural, denominada en aquellos tiempos como las “tres tetas”  y que para acceder a la zona se tenía que escalar por una colina de nombre Alto de la Luna, ahora  conocido como Cerro de Santa Cruz de Lara, un lugar que fue campo de batalla y hoy en día ocupada por familias honorables, profesionales, hombres y mujeres de progreso”, indicó la autoridad.

Además, el burgomaestre resaltó la entrega y la inmolación de soldados de ambos ejércitos, que ofrendaron su vida en el campo de batalla, así como de cientos de heridos producto de los enfrentamientos.

DATOS

De acuerdo a la historia, la Batalla de Socabaya o Batalla del Alto de la Luna, fue el enfrentamiento final entre las fuerzas de los generales Felipe Santiago Salaverry y Andrés de Santa Cruz, el 7 de febrero de 1836 en el cerro Alto la Luna [hoy La Campiña] ubicado en el distrito de Socabaya, se libró una feroz lucha entre ambos ejércitos que sintieron los estragos de la caballería y la artillería, después de dos horas  siendo las 11.15 de la mañana, el ejercito de Santa Cruz sale victorioso, logrando capturar una gran cantidad de prisioneros.

Salaverry, junto a otros oficiales, lograron huir hacía Islay, pero luego fueron capturados y trasladados a Arequipa, siendo fusilados en la Plaza de Armas de la ciudad el 18 de febrero del mismo año, consolidándose de ese modo la creación de la Confederación Perú – Boliviana.